jueves, 12 de septiembre de 2019

VIRIDIANA





Viridiana




Título original Viridiana
Año  1961
Duración 90 min.
País España España
Dirección Luis Buñuel
Guion Luis Buñuel, Julio Alejandro
Música Gustavo Pitaluga
Fotografía José F. Aguayo (B&W)
Reparto
Productora
Coproducción España-México; Films 59 / UNINCI
Género
Sinopsis
Don Jaime (Fernando Rey), un viejo hidalgo español, vive retirado y solitario en su hacienda desde la muerte de su esposa, ocurrida el mismo día de la boda. Un día recibe la visita de su sobrina Viridiana (Silvia Pinal), novicia en un convento, que tiene un gran parecido con su mujer. (FILMAFFINITY)


  "Otra obra maestra de Buñuel. Reparto de ensueño y un guión lleno de irreverencia, naturalismo, surrealismo, humor negro y tragedia, para una historia inolvidable e imprescindible. Magistral" Fernando Morales: Diario El País

Única película española que ha ganado la Palma de Oro en el Festival de Cannes, aunque durante muchos años el filme -una coproducción- "se hizo pasar" por mexicana pues las autoridades españolas, cuyos censores habían dado visto bueno al guión, consideraron irreverente la película una vez vista. De hecho no se estrenó en España hasta 1977, tras la muerte de Franco, a pesar de que era la primera película rodada en el país natal del maestro aragonés tras décadas en el exilio en México y Francia. FilmAffinity [1]

Sinopsis[2]
Viridiana (Silvia Pinal), una joven novicia, visita a su tío, don Jaime (Fernado Rey), en una hacienda de la meseta castellana. El gran parecido existente entre Viridiana y la difunta esposa de don Jaime, quien falleció en su noche de bodas treinta años antes, le llevará a Jaime a pedirle a Viridiana que se case con él.

Ella rechaza la petición de su tío, pero acepta, sin embargo, a vestirse con el traje de novia de la difunta. Don Jaime aprovechará esta ocasión para narcotizar a Viridiana con la complicidad de su criada Ramona y abusar de ella, aunque al final desiste de su intento sexual. Cuando Viridiana se recupera y se dispone a regresar a su convento, descubre horrorizada que su tío se suicidó la noche anterior.

La joven Viridiana se siente culpable y renuncia a los hábitos para dedicarse a acoger y cuidar a los mendigos que rondan las posesiones de su tio. Su rutina es esa hasta la llegada de Jorge (Francisco Rabal), heredero directo de las posesiones de don Jaime, quien viene acompañado de su amante para hacerse cargo de la hacienda.




  
'Viridiana': blasfemia, sacrilegio... cine libre y hermoso[3]



Ahí están todos, reunidos para La Última Cena. Tragando como desesperados, burlándose unos de otros, retratados por la entrepierna de la indigente menos virginal que imaginar quepa. Que ‘Viridiana’ (1961) llegara a existir, de la forma en que existe, es un milagro en sí mismo, prueba suprema de que si existe Dios también permite que el Diablo obre alguna acción divertida, de cuando en cuando. La historia de su creación es tan apasionante, retorcida e ingeniosa como la propia película, y que se filmase en nuestro país tres lustros antes de la muerte del Generalísimo da para otra película. Por supuesto, no se estrenaría en España hasta después del fallecimiento del dictador. La veríamos concretamente el 23 de Mayo de 1977. Para entonces ya hacía mucho que había sido considerada una de las más importantes obras paridas por Luis Buñuel, cuyo regreso a España, tantos años después de su exilio, no pudo ser más sonado. Hablamos de una leyenda del cine. Puro arte subversivo, dinamitero, imprescindible.
Precisamente hoy se cumplen cincuenta años exactos de que esta “moralmente repugnante” obra maestra se alzara con la Palma de Oro en el Festival de Cannes...y, con sinceridad, no parece que a sus espaldas cargue con tantas décadas de existencia. Más bien parece que es una película completamente actual (y, de hecho, más necesaria o contemporánea o elegantemente salvaje que nunca) y, a su lado, mucho cine moderno, supuestamente innovador y rompedor, se queda en jueguecitos de estrellitas que se estrellan creyéndose genios del cine. Para genio del cine, Buñuel, que cabalga en el Parnaso del Cine al lado de los verdaderamente grandes. Y cuando digo grandes digo los de siempre: Kurosawa, Coppola, Tarkovski, Mizoguchi, Bergman, Bresson, Malick, Antonioni, Polanski. Es decir, colosos que no “se dedican” al cine, sino que para ellos el cine es simplemente un estado, una estructura del pensamiento, una forma de vida.
El guión de ‘Viridiana’ lo escribiría Buñuel al alimón con Julio Alejandro, con quien ya había trabajado en la magistral ‘Nazarín’ (1959) y que también le ayudaría en futuros proyectos. Que Buñuel consiguiera hacer ese guión en España tiene mucho que ver con la búsqueda del franquismo de una apertura cultural. Pero le salió el tiro por la culata, y su acogida con los brazos abiertos al genio exiliado, que había triunfado con cincuenta y tantos en EEUU y México, fue correspondida con un corte de mangas estético. Con producción de Gustavo Alatriste desde México y de Pere Portabella y Ricardo Muñoz Suey desde España, “salvó” la censura franquista porque algunos quisieron ver en esa historia un melodrama sin mayores pretensiones. Pero cuando se estrenó en la última jornada de Cannes, todos supieron que la cosa era mucho más grande, y mucho más “peligrosa”. Es decir, una conquista. Buñuel, en su esplendor, obsesionado con lo clerical, con la gloria de la nada, rompía el cine en mil pedazos.



La monja que descubrió el mundo
La historia de ‘Viridiana’ no puede ser más sencilla. Una vez más, cuenta el cómo muy por encima de él, lo qué es básicamente, un relato arquetípico de pérdida de la inocencia. Una novicia absolutamente pura, completamente casta, a cuyo lado Teresa de Calcuta es un ser vil y abyecto, sale del convento para visitar a su tío, que le ha pagado siempre sus estudios clericales. Y su tío, al verla, se enamora sin remedio de ella, en parte porque le recuerda (dice…) a su difunta esposa, en parte (sospechamos…) porque tiene un calentón enorme y una serie de fantasías fetichistas que puede satisfacer manipulando emocionalmente a la ingenua de su sobrina. No solamente se prueba sus zapatos de tacón, la obliga a vestirse con el traje de novia de su mujer y trata de violarla mientras duerme. No lo hace, pero a ella le dice que sí lo ha hecho y que, por lo tanto, deben casarse. Sin embargo, abrumado por la pena y la culpa, el tío de Viridiana se suicida. Ella no vuelve al convento, se queda en la hacienda de su tío intentando llevar una vida caritativa.
Este es el comienzo, el principio nada más, de esta obra maestra. Algunos pensarán que estoy contando la historia, pero, insisto, es el arranque y en ‘Viridiana’ no importa tanto lo que se cuenta, como la forma en que se cuenta. Cada secuencia, prácticamente cada imagen, es tratada por Buñuel como un manifiesto ante la vida. No como un cine simbólico (casi siempre superficial), sino como cine alegórico, como una parábola de que, en realidad, ni la justicia ni la libertad existirán nunca el mundo. Viridiana se aferrará a sus principios, a su idea de la bondad, cuando todo lo que le rodea niega y pervierte esa bondad, esos principios. Silvia Pinal, que nunca fue una actriz superdotada, está en el papel de su vida, apoyada de manera perfecta por unos secundarios, e igualmente magníficos y buñuelinianos Fernando Rey o Francisco Rabal, que aunque aparecen poco lo hacen con tal fuerza visual que jamás abandonan realmente la pantalla.
La puesta en escena de Buñuel es falsamente simple. En realidad, es tremendamente elegante y elaborada. Sirviéndose de una soberbia fotografía de José F. Aguayo (¡que ese año iluminaría seis películas!, entre ellas el ‘Teresa de Jesús’ de Juan de Orduña), obtenemos un blanco y negro impecable, de fuertes claroscuros morales, de gran profundidad psicológica y visual, convirtiendo el mundo que habita Viridiana en un solar descorazonador en la que el ser humano repta más que vive. La cámara siempre a la altura de la mirada humana. El montaje permitiendo que el tiempo se sienta en cada plano, en una representación de la vida por completo poética. Buñuel, sin paños calientes, ofreciendo al espectador su visión del mundo y del hombre, respirando luz, espacio, ritmo, tiempo. Contando una historia clásica, y convirtiéndola en una perversión necesaria. Esa perversión de la mentira de la realidad convertida en verdad estética.

L’Osservatore Romano pidiendo la excomunión de todos los responsables. España negando su existencia. El productor Alatriste, a la sazón marido de Silvia Pinal, sacando el negativo de Francia y llevándolo a México, donde fue nacionalizado. Franco riendo las gracias de la película en privado. Muñoz Fontán, director de cinematografía española, despedido, pero recogiendo el premio en Cannes. La película también se llevaría el Premio Nacional de Bellas Artes por el gobierno de México en 1977. Hace medio siglo de esto. Y dentro de medio siglo, seguiremos hablando de ella.

Conclusión e imagen favorita
Una de las obras mayores de Buñuel, lo que es mucho decir. ¿Que no la has visto? Pues ya tardas. ¿Mi imagen favorita? En realidad muchas, pero ver a la monjita alborozada por la reacción de los mendigos y finalmente resignada




Viridiana[4]




Director Luis Buñuel
Título Original: Viridiana / Año: 1961 /  País: España-México / Productora: Films 59 / UNINCI / Producciones Alatriste / Duración: 90 min. / Formato: B/N - 1.66:1
Guión: Luis Buñuel, Julio Alejandro / Fotografía: José F. Aguayo / Música: Gustavo Pitaluga
Reparto:  Silvia Pinal, Fernando Rey, Francisco Rabal, Margarita Lozano, José Calvo, Teresa Rabal, Luis Heredia, Victoria Zinny, Joaquín Roa, José Manuel Martín, Lola Gaos, Juan García Tienda, Sergio Mendizábal, María Isbert
(Cinema Barberini, Rome)
Fecha estreno: 17/05/1961 (Cannes Film Festival) / 09/04/1977 (España)
Casi todos mis personajes sufren un desengaño y luego cambian, sea para bien o para mal. Es el tema del Quijote a fin de cuentas. Un sueño de locura y finalmente el retorno a la razón" Luis Buñuel [5]
Resulta difícil explicar la existencia de una película como Viridiana en la cinematografía española teniendo en cuenta la situación política del país en 1961 (no en vano supuso el único trabajo de Buñuel en su efímero retorno a su tierra natal, tras desarrollar la mayor parte de su obra en Méjico y antes de ser acogido en Francia, donde terminaría su carrera). Parece que los censores de la época no vieron a priori en el guion del film nada que atentara en demasía contra la dogmática ideología religiosa del régimen (aunque conociendo la filmografía del director uno sólo puede atribuir tal explicación a la desidia o a la torpeza de los funcionarios), si bien es cierto que, una vez terminada la película, debieron caer en cuenta de su 'descuido' prohibiendo su estreno en España, que no tendría lugar hasta después de la muerte del dictador, en abril de 1977. Sea como fuere, si algún mínimo resquicio de duda pudiera caber sobre sus intenciones, las palabas de Buñuel son contundentes al respecto: como Simón del desierto, o como Nazarín, Viridiana, en su delirio caritativo, es de nuevo ese personaje quijotesco al que alude el director, un soñador, un loco "que finalmente entra en razón" a causa de un desengaño. Teniendo en cuenta la evolución de personaje en la película, el diagnóstico de Buñuel no puede ser más contundente.
Viridiana se estructura en dos partes claramente diferenciadas: en la primera, la película se centra en la relación de la devota novicia (Silvia Pinal) con su tío Don Jaime (Fernando Rey), un solitario terrateniente, viudo desde la misma noche de bodas y con una enfermiza obsesión necrofílica; la segunda parte se inicia tras el suicidio de Don Jaime, con la llegada a la propiedad de Jorge (Francisco Rabal), el hijo ilegítimo al que el difunto deja en herencia todas sus tierras, que tendrá que compartir con Viridiana, la cual, tras abandonar la orden religiosa (sintiéndose responsable del suicidio de Don Jaime), se consagra a la labor caritativa ofreciendo techo y comida a los pobres de la zona. Si en la primera parte, Viridiana ejercerá (de forma inconsciente) una trágica influencia en su tío Don Jaime (despertando una patología que parecía soterrada hasta ese momento), en la segunda parte de la película será la propia Viridiana la que verá afectadas sus convicciones por la presencia de Jorge, una presencia que provocará sentimientos inéditos en la joven beata.

Justo después de la llegada de Viridiana a la propiedad de Don Jaime (al que la protagonista accede a visitar como agradecimiento a su manutención durante sus estudios) Buñuel nos muestra en una magnífica escena el inicio de la obsesión del viejo terrateniente, al que vemos tocando una melodía religiosa en el órgano, mientras Viridiana se desviste (en un sugerente plano de la joven sacándose las medias y dejando a la vista sus sensuales piernas). El montaje paralelo no deja lugar a dudas sobre el objeto de los pensamientos de Don Jaime. Una obsesión que aumenta a raíz de la irrupción de la sonámbula Viridiana en la habitación de su tío (justo cuando se está probándose los zapatos nupciales de su difunta esposa) que no puede evitar observar embelesado los pies descalzos de la sobrina (los pies son un elemento de fetichismo constante en la filmografía de Buñuel) y que va a culminar con su tentativa de violación a la joven Viridiana, vestida con las ropas nupciales de la difunta esposa (escena que vemos a través de los ojos de la pequeña Rita - Teresa Rabal - y que Buñuel filma como un auténtico ritual religioso, (fotograma 1). La precipitada marcha de Viridiana (en un magnífico y premonitorio plano subjetivo de Don Jaime, que observa la partida de la carreta desde su habitación, con las desnudas ramas de unos árboles 'ensuciando' la imagen) y la trágica reacción que ésta provoca en Don Jaime, marca el inicio de la segunda parte de la película, con la llegada del heredero Jorge a la casa.




1. La tentativa de violación a la joven Viridiana, vestida con las ropas nupciales de la difunta esposa

En esta segunda parte, la mordaz mirada de Buñuel se centra sobre todo en desnudar los miedos y contradicciones que surgen en la protagonista a partir de su decisión de abandonar la orden religiosa y establecerse en la casa del difunto Don Jaime. La muerte del tío pero, sobre todo, la llegada de Jorge (por el que al principio Viridiana siente un gran rechazo, como vemos en la secuencia en la que, al abandonar éste la habitación de la protagonista, abre la ventana para airear el olor que ha aquél ha dejado) empiezan a resquebrajar las férreas convicciones de la beata Viridiana, a lo cual acabará de contribuir el fracaso de su 'proyecto' caritativo con los pobres del pueblo. Es justamente sobre la acción de la caridad, el principal aspecto sobre el que Buñuel vuelca su personal escepticismo en este caso, tanto en su vertiente religiosa (personificada en Viridiana) como en la más racional, tal como nos muestra en la irónica escena en la que Jorge libera a un pobre perro atado a una carreta para, seguidamente, ver pasar una idéntica carreta en dirección contraria con otro perro igualmente atado a su eje (fotograma 2). Como el propio Jorge le advierte a Viridiana inmediatamente después (como tomando consciencia de la futilidad de su propia acción) "con socorrer a unos pocos pobres entre tantos miles, no se consigue nada".




"Con socorrer a unos pocos pobres entre tantos miles, no se consigue nada".

Al igual que anteriormente con Don Jaime, Buñuel utiliza también aquí el montaje en paralelo para contraponer las mentalidades de Viridiana y de Jorge, solo que si en el primer caso lo que se confronta son las ideas de religión y erotismo (en una inteligente traspolación mediante la cual los personajes intercambian sus atribuciones: Viridiana ofrece la imagen 'erótica' mediante la acción de quitarse las medias, mientras que Don Jaime, interpretando la melodía al órgano, encarna la idea religiosa), aquí las imágenes confrontan la acción religiosa (Viridiana rezando el ángelus con los pobres) con la actividad laboral (Jorge al mando de las obras de reforma de la vieja casa). Y si la primera vez las imágenes eran elocuentes sobre los pensamientos de Don Jaime, en este caso es la valoración del propio director la que queda nítidamente reflejada mediante el montaje paralelo de ambas acciones.

La inutilidad de la obsesión caritativa de Viridiana (porque como personaje obsesionado, como lo era Don Jaime, hace aparecer Buñuel a su protagonista) se hace patéticamente evidente tras la formidable secuencia en la que los pobres aprovechan la ausencia de Jorge y Viridiana para tomar posesión por una noche de los aposentos de los dueños. Una auténtica 'santa cena' de los miserables (como Buñuel expone de manera evidente en la imagen de los pobres ‘posando para la foto' – (fotograma 3) que degenerará en el caos más absoluto y que finalizará trágicamente, para frustración de la protagonista, cuyo desengaño le hará desistir definitivamente de cualquier fervor religioso y caer en brazos del pragmático Jorge, tal como vemos en la irónica escena que  cierra la película, con Viridiana, Jorge y la sirvienta Ramona (Margarita Lozano) enfrascados en una de las partidas de cartas más singulares de la historia del cine (fotograma 4).




3. Una auténtica 'santa cena' de los miserables




https://cinemaesencial.com/peliculas/viridiana
4. Una de las partidas de cartas más subversivas de la historia del cine


David Vericat
© cinema esencial (noviembre 2013)



[1] https://www.filmaffinity.com/cl/film123112.html
[2] http://www.sensacine.com/peliculas/pelicula-1244/
[3] https://www.espinof.com/criticas/viridiana-blasfemia-sacrilegio-cine-libre-y-hermoso
[4]https://cinemaesencial.com/peliculas/viridiana


miércoles, 18 de mayo de 2016

MALLRATS

Mallrats

https://es.wikipedia.org/wiki/Mallrats

Mallrats es la segunda película de Kevin Smith.
Al igual que el resto de sus películas, esta también transcurre en Nueva Jersey, con sus héroes trágicamente cómicos, y las apariciones de Jay y Silent Bob. La alusión al mundo del cómic, el hockey sobre hielo y el mundo sórdido de la gente joven de red banks continúan y se refuerzan.


 

Argumento

La historia empieza cuando T.S. (Jeremy London) y su mejor amigo Brodie (Jason Lee) se ven rechazados por sus respectivas novias.
Brodie, un apasionado de los comics y con una fijación por la sexualidad de los personajes de dicha forma de literatura, decide que la mejor forma de vivir la nueva soltería, tanto propia como la de su amigo T.S. Quint, es la de pasar el día dando vueltas en el centro comercial local.
Aunque T.S. sin ser tan impulsivo y necio como Brodie intenta buscar una forma de volver con Brandi Svenning (Claire Forlani), quien lo deja alegando que a él nunca le importa su relación con ella y que su padre la necesita para su programa de citas (que va a ser visto por productores de una gran empresa y pueden sacarlo de New Jersey) y el padre de Brandi no quiere que T.S. salga con su hija.
 
Brodie sufre por algo similar, su novia Rene Mosier (Shannen Doherty) se queja por el trato que este le da, y lo deja por Shannon Hamilton (Ben Affleck) el frívolo dependiente de la tienda de caballeros del centro comercial, con una mala fama por tener sexo con las mujeres que seduce en lugares poco cómodos ("como el asiento trasero de un Volkswagen").
 
Las aventuras de los personajes son matizadas con las apariciones de otros freaks, como Jay y Bob el Silencioso (Jason Mewes y el mismo Smith), que intentan sabotear el programa de Svenning, o un gordo (interpretado por Ethan Suplee) que no puede ver un dibujo tridimensional, pasando por una psíquica con tres pezones, una quinceañera superdotada que hace una investigación sobre el sexo con su propio cuerpo y el guionista y creador de los personajes de Marvel en sus primeros tiempos, Stan Lee (interpretado por sí mismo).

Dos amigos, Brodie y T.S., pasan el día juntos en el centro comercial, después de que sus respectivas novias les hayan dejado. Sin ningún propósito fijo, los dos dejan pasar el tiempo mientras divagan e intentan recuperar a sus parejas, Rene y Brandi, respectivamente. Brandi se resiste a volver con T.S. porque no considera que la trate como es debido. Además su padre rechaza su relación. Rene está más interesada en Shannon, un dependiente del centro comercial, que en reconciliarse con T.S., al que considera un inmaduro. Despechados, los jóvenes intentan boicotear un programa de televisión que se emitirá desde el mismo centro y del que depende la carrera del padre de Brandi. Se trata de un espacio de entretenimiento dedicado a unir parejas por medio de preguntas sobre la compatibilidad de sus caracteres, en el que acabarán participando los protagonistas. [1]

Kevin Smith saltó a la palestra del cine independiente americano con su exitosa opera prima 'Clerks'. 'Mallrats', su segundo filme, contó con un presupuesto algo más holgado pero los propósitos del director giraron alrededor de lo mismo: aquí los protagonistas son dos amigos que rompen con sus novias al principio del filme y se pasan toda la película en un centro comercial ideando un plan para reconquistarlas.

Igual que 'Clerks' este filme sabe sacar partido de sus diálogos ingeniosos, sus referencias a la cultura pop, sus bromas gamberras y su estilo dejado. Sin embargo, mientras en la primera todo esto aportaba un aire fresco y vital, aquí parece más gastado y mecánico.

A favor: El cameo de Stan Lee.

En contra: Su imposibilidad para conseguir buenos momentos que no estén basados en el diálogo.


Kevin Smith's follow-up to his unexpected hit Clerks details the pointless story of T.S. (Jeremy London) and Brodie (Jason Lee), two suburban New Jersey slackers who decide to head to the mall in search of solace after being dumped by their girlfriends (Shannon Doherty and Claire Forlani, respectively). There the two young men machinate to appear on a game show being staged and also manage to meet comic-book magnate Stan Lee. However, complications arise when the girls show up. ~ Jeremy Beday[2]

Storyline

Brodie Bruce, a Sega and comic book obsessed college student, and his best friend, TS Quint, are both dumped by their girlfriends on the same day, and to deal with their loss, they both go to the local mall. Along the way, they meet up with some friends, including Willam, a guy who stares at Magic Eye pictures, desprately trying to see the hidden image; Gwen, one of TS's ex-girlfriends; and Jay & Silent Bob, of Clerks fame. Eventually, they decide to try and win back their significant others, and take care of their respective nemesises (TS's girlfriend's father, and a store clerk who hates the two for not having any shopping agenda). Written by MTRodaba2468[3]
 
Kevin Smith con "Mallrats", al igual que "Clerks", se centra alrededor de un grupo de jóvenes a lo largo de un inolvidable día, examinando sus ideologías y relaciones, todo ello empapado del característicamente sarcástico humor de Smith y de sus agresivos diálogos.
Al principio conocemos a T.S. (Jeremy London) y a su novia Brandi (Claire Forlani). La pareja había planeado un viaje a Florida, en el que T.S. planeaba secretamente proponerle matrimonio a su novia, pero la noche anterior a la partida fallece una muchacha que supuestamente debía aparecer en el programa de concurso televisivo local que produce el papá de Brandi, el siniestro Sr. Svenning (Michael Rooker). Como podría alegarse que T.S. tuvo algo de culpa en la muerte de la muchacha (por un comentario que hizo la noche anterior), Brandi decide cancelar el viaje y tomar el lugar de la muerta en el programa de concurso de su padre, para evitar que quede mal con los ejecutivos de una gran cadena televisiva que estarán presentes durante el programa, evaluándolo para considerar su distribución nacional. T.S. no toma muy bien la cancelación del viaje, de modo que, exasperada, Brandi lo manda a volar.
Mientras tanto, Brodie (Jason Lee), el mejor amigo de T.S. está sufriendo problemas similares. Su novia René (Shannen Doherty) está harta de pasar las noches aburrida mientras Brodie juega videojuegos y contempla su impresionante colección de comics, de modo que también corta con el. Eventualmente los dos bateados amigos se reunen y deciden aliviar el dolor de sus respectivas separaciones visitando el lugar más importante para ellos, en el que se sienten libres y seguros por conocer a fondo la dinámica de la diaria rutina: el centro comercial.
Mientras merodean entre las tiendas, Brodie descubre que René está también en la plaza, en compañía de Shannon Hamilton (Ben Affleck) un arrogante e insoportable empleado de una de las tiendas. Evidentemente Shannon está interesado en René, y ella, deseosa de entablar relaciones con un hombre trabajador, con perspectivas de vida (a diferencia de Brodie), parece estar muy abierta a los esfuerzos amororsos del elegante patán. Lo único que Brodie puede hacer, desde luego, es tratar de recuperar a su novia, esta vez en el terreno familiar del centro comercial, donde, él considera, tiene más cosas a favor. Por su parte, T.S. hace otro descubrimiento: el ridículo programa de concurso del Sr. Svenning será transmitido desde el mismo centro comercial, para lo cual se está erigiendo un escenario en el área de eventos de la plaza. Como el muchacho está convencido de que Svenning, el papá de Brandi, presionó a la muchacha para que cortara con él, decide tomar venganza arruinando el programa y destruyendo los sueños de distribución nacional que el Sr. Svenning tiene con su trillado concurso televisivo.
Para ello, los amigos reclutan a una pareja de vagos que prácticamente viven en el centro comercial: Jay (Jason Mewes) y el Silencioso Bob (el director Kevin Smith). Cuando T.S. y Brodie explican el motivo por el que quieren sabotear el programa, Jay contesta "Caray, lo íbamos a hacer de todos modos... ¿qué otra cosa podríamos hacer?". Así se desarrollan paralelamente las historias de T.S. y Brodie tratando de reconquistar a sus respectivas novias y de Jay y el Silencioso Bob tratando de sabotear el programa, mientras se ocultan del temido LaFours, el guardia de seguridad más déspota y peligroso del centro comercial.
Y así se se suceden los hechos... los esfuerzos de los personajes resultan en situaciones más y más surrealistas, y van desde un significativo e iluminante encuentro con el mismísimo Stan Lee (sí, el co-creador del Hombre Araña, los Cuatro Fantásticos y los Hombres X, entre muchísimos otros superhéroes de comic), hasta el climax en el programa de concurso, sin olvidar la visita a Miss Ivannah, la famosa pitonisa topless o el obligado homenaje/parodia del Batman de Tim Burton. El punto es hacer comedia burda y sencilla, pero llena de energía, con un inteligente fondo en el que se analizan varios aspectos de las relaciones humanas.
El que esta cinta sea muy graciosa se debe en igual parte al brillante guión y a los convincentes actores que interpretan a los coloridos personajes. Jason Lee como Brodie es un manojo de nervios, con una mente tan enfocada que no le cuesta ningún trabajo pasar de la tenacidad a la terquedad: Esta es la primera aparición de Lee en cine, y su desempeño es extraordinario, sobre todo considerando que se trata de un acróbata en patineta profesional. Claire Forlani como Brandi es en igual medida voluntariosa y vulnerable, deseosa de reanudar su relación con T. S., pero desconfiada de su inmadurez. Shannen Doherty aprovecha su brusco estilo para maximizar el efecto de los diálogos; no quiero hablar mal de ella, pero resulta más convincente como harpía que como tierna novia. El que no queda tan bien es Jeremy London, pero no por ser mal actor, sino porque su personalidad reservada evidentemente queda opacada por el locuaz Jason Lee y los estrambóticos Jay y Bob. Y mención especial a Stan Lee, que sin ser actor se las arregla muy bien para mostrarse totalmente convincente como el sabio gurú de comics y del amor.
Examinando estos personajes se vuelve evidente la vasta diferencia entre "Clerks" y "Mallrats". Mientras que "Clerks" mostraba situaciones prosaicas, elevadas por la personalidad de los personajes y los inteligentes diálogos, "Mallrats" prefiere tomar el camino del slapstick y la comedia absurda, pero igualmente fundamentada en los rápidos e ingeniosos intercambios entre el elenco. Este súbito giro de comedia existencial a "baja" comedia juvenil fue duramente atacado por la crítica, resultando en el rotundo fracaso económico de la película. Pero la principal razón del fracaso de "Mallrats", creo yo, es que se adelantó a su tiempo. En su momento "Mallrats" trató de llenar el hueco dejado por la ausencia de cintas como "Porky's", "Revenge of the Nerds" o "Fast Times at Ridgemont High", es decir, la comedia juvenil para adultos, con sexualidad subida de tono y más orientado al adulto joven que a los adolescentes protagónicos. De hecho, durante la producción "Mallrats" era referida como "Porky's inteligente" por los productores de Universal, quienes fascinados por la buena acogida de la cinta durante los famosos "test screenings" se imaginaban ganancias millonarias, que desafortunadamente nunca llegaron. Para ilustrar cómo la película se adelantó a su tiempo, puedo mencionar una escena del guión original que fué vetada por los ejecutivos de Universal Pictures por ser demasiado vulgar y de mal gusto: en la secuencia, Jay y el Silencioso Bob espían los vestidores de una tienda de ropa femenina, en donde Gwen (Joey Lauren Adams) se está probando ropa; Jay y Bob, detrás de la puerta del vestidor, se masturban ante la desnudez de Gwen, y cuando eyaculan, el semen cae en el pelo de la muchacha. Avancemos cinco años en el tiempo, y una similar escena en "Loco por Mary" recibe elogio casi universal, ¡e incluso aparece (levemente editada) en la publicidad televisiva de la película!.
Es por eso que vale mucho la pena ver "Mallrats" en este momento del tiempo. No quiero alegar que influyó en las comedias actuales, pero definitivamente comparte la misma sensibilidad subversiva y alto nivel de energía. La diferencia con similares cintas contemporáneas (como "American Pie" o "Road Trip") es el sólido respaldo de buenas actuaciones y de un excelente guión, que de igual manera nos hace pensar y reír con profundos análisis de la naturaleza humana disfrazados de vulgares y divertidos parlamentos. Y como parte de la serie de Jersey es indispensable, pues como la trama se desarrolla un día antes de los hechos mostrados en "Clerks" (sirviendo como tardía precuela), enriquece el universo creado por Kevin Smith. También, vale la pena como preparación para la futura película "Jay and Silent Bob Strike Back", supuestamente el capítulo final de la serie. Muy recomendada, especialmente para quien quiera familiarizarse con una de las más prometedoras nuevas voces del cine moderno.[5]



[5] http://www.cinencanto.com/critic/m_mallrats.htm



[3] http://www.imdb.com/title/tt0113749/

 



[1] http://www.rottentomatoes.com/m/mallrats/



[2] http://www.sensacine.com/peliculas/pelicula-41746/